En marketing y publicidad, al igual que en la vida, no se puede agradar a todo el mundo. Intentar hacerlo diluye tu mensaje y reduce tu impacto. Lo importante es identificar a tu público específico y comunicarte de manera auténtica y efectiva con ellos.
No pretendas que tus contenidos o estrategias agraden a todos. En lugar de eso, enfócate en llegar a ese círculo, a ese 20% que realmente importa para tu marca. Son ellos quienes apreciarán tu autenticidad y responderán positivamente a tu mensaje.
Las marcas más efectivas son aquellas que se muestran genuinas y no temen expresar lo que representan. Mientras más auténticas sean, mayor será su efectividad.
Recuerda: no se trata de gustar a todos, sino de conectar profundamente con aquellos que realmente importan.